En la ciudad del siglo XXI las torres de gran altura han tomado la posta.
Los rascacielos, se configuran como hitos urbanos y símbolos de la ciudad donde se implantan.
Las ciudades de la globalización retoman su protagonismo como concentradoras del manejo de los recursos económicos de la región, estado o país, compitiendo entre sí por demostrar el progreso, la riqueza y pujanza que contienen y que son capaces de trasmitir al habitante o visitante. Atraen hacia sí, pero su tierra apetecible es escasa para la cada vez mayor cantidad de actividades y habitantes que desean un espacio sobre ella.
Crecer en vertical, hacia arriba es la forma de multiplicar ese espacio o localización.
Pero si bien el crecimiento en altura, aparece resolviendo en principio esta situación racional de escacez, no menos importante o aún más relevante es el carácter simbólico que trasmite la altura. Construir la torre más alta o una de las de mayor altura, aparece como un elemento que potencia el reconocimiento internacional de la ciudad, trasmitiendo también este status a sus ocupantes.
Así, cada vez con mayor velocidad se bate un nuevo record de altura y los alardes tecnológicos y formales son cada vez más sorprendentes.
A los 509 metros de altura de la Torre Taipei 101, inaugurada el año pasado en Taiwan, ya le ha salido una competidora. En Dubai, Emiratos Arabes Unidos, con proyecto del estudio norteamericano SOM, se está dando a luz el Burj Dubai, edificio torre que llegará por ahora a la cima de 609 m. de altura. Con la aparición de este nuevo coloso las torres Petronas proyecto del arquitecto argentino Cesar Pelli, quedarían relegadas a un tercer puesto, luego de haber liderado el top de las alturas por espacio de casi 7 años.
Burj Dubai – Estudio SOM – Emiratos Arabes Unidos
Pero, como mencionáramos anteriormente no sólo la contienda es por alcanzar la mayor altura, sino también la imagen formal más contundente. Por este camino transitan los proyectos de Jean Nouvel con su torre Agbar en Barcelona, la Twin Torso del ing. arq. español Calatrava y el proyecto de Sir Norman Foster para la ciudad de Moscú. Estos dos últimos diseñadores dejarán su impronta también en Bs. As., Calatrava con su ya materializado Puente de la Mujer en Puerto Madero y Foster con el proyecto del próximo edificio de Faena también en el más novel barrio de la ciudad de Bs. As.
En nuestro país, las torres también han tomado un fuerte vigor como tipología edilicia, más aún en los últimos años, conforme a que la presencia de una demanda de alto poder adquisitivo y a un porcentaje de compradores del exterior, les ha sido propicia y a abonado su terreno.
Las torres el Faro con 170 mts. de altura son por ahora las más altas en la ciudad. Por acceder a una unidad en ellas se deben desembolsar unos 3000 dólares por m2., claro que a mayor altura también esa cifra sube.
La torre Mulieris y la de Repsol, también en Puerto Madero, recientemente iniciadas contarán con 161 y 160 mts. respectivamente.
Torres Mulieris – Estudio Solsona – Puerto Madero – Buenos Aires
En el interior del país, la torre Aqualina del arq. Mario Roberto Alvarez en Rosario, contará con 120 mts. de altura y será la más alta fuera del radio de la ciudad de Bs. As.
Pero, según rumores e información parcializada que circula en distintos ámbitos, las torres mencionadas perderían por lejos su lugar de privilegio en el ranking de altura, ya que se estarían gestando proyectos que superarían los 300 mts. de altura.
El terreno aparece fértil, también hoy en la ciudad de Bs. As., como para pensar proyectos de esta envergadura, que se convertirían en hitos y nuevos símbolos de la ciudad hacia el mundo.
Escala de una torre de 310 m. aprox. en el perfil de Bs. As.
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Torre en Moscú – Arq. Norman Foster
Torre Agbar – Arq. Jean Nouvel – Barcelona – España
La torre como atractivo turístico – Barcelona – Torre Agbar
Torre Turning Torso – Est. Santiago Calatrava – Suiza
Torre Jin Mao – Estudio SOM – China
© ReporteInmobiliario.com, 2003-2006, Lunes 17 de Abril de 2006.