Como apuntarámos en notas anteriores, la falta de alternativas de inversión también favorece que sea precisamente este sector el que atraiga mayor cantidad de capitales. Casos como las plantas procesadoras de Cargill y Molinos en localidades de Santa Fé, por nombrar sólo algunas, como también las múltiples inversiones de ampliación de capacidad operativa volcada por los productores de maquinaria agrícola y otros insumos hacen predecible que la ruta de las inversiones hacia el sector está lejos de frenarse.
Dentro de este escenario los valores de campos, se muestran consolidados y con valores que ya alcanzan a los solicitados en 1998, superando en ciertas localizaciones y aptitudes los U$S 4.500/5.000 la ha. Esta situación es fácilmente explicable, ya que existe una oferta muy restringida con una demanda pujante y creciente. La posición de aquellos propietarios con firme decisión de venta es inclaudicable en cuanto al valor pretendido por su campo. Saben que hoy su inmueble se cotiza y por ahora no admiten negociaciones o contraofertas.
Esta inflexibilidad y firmeza de valores se alimenta también por la muy buena rentabilidad obtenida por arrendamientos de tierras durante la campaña 2003/2004. Rentabilidad que los propietarios pretenden subir este año con relación a la obtenida en la campaña precedente. En la zona núcleo se están negociando valores que rondan los 15 quintales de soja por ha.
La situación del mercado de campos sigue recalentada, las cifras por ahora justifican la euforia y ni que decir si se las compara con las de hace poco más de dos años atrás, ya que hoy el propietario de campos es uno de los pocos poseedores de activos inmobiliarios, por no decir el único, que ha visto incrementado su patrimonio inmobiliario en dólares desde que se abandonó la convertibilidad.
Fuente: ReporteInmobiliario.com
© ReporteInmobiliario.com, 2003-2004
© ReporteInmobiliario.com, Marzo 2004.